A pesar de que me decanto siempre por los libros de ficción, tanto para escribirlos como para leerlos; he de confesar que también he caído presa de algún que otro manual de autoayuda. Algunos eran best seller y otros eran grandes desconocidos, pero todos tenían un fin: ayudarme.
No todos lo han conseguido. Nada ni nadie es perfecto.
Lamento decírtelo, pero ni siquiera yo lo soy. Ya te lo conté no hace mucho aquí mismo. Supongo que este grado de imperfección que salta a la vista ha hecho que amigos, allegados y conocidos se hayan decantado por regalarme libros de autoayuda en algún momento de mi vida.
El mayor problema es que no me gustan y no me parecen fiables. No me afecta que vengan avalados por miles o millones de ejemplares vendidos. Por regla general creo que están escritos por «vendemotos».
No significa que no haya habido excepciones. Han sido pocas, se cuentan con los dedos de una mano y me sobran unos cuantos, pero haré justicia y os hablaré de ellos.
Los títulos de los libros están enlazados con Amazon para que les eches un vistazo por tí misma. No quiero influenciarte.
Tengo que ponerte en antecedentes, tal vez compré demasiado tarde este libro. Te copio un párrafo de la sinopsis:
«¿Te preocupan las notas de tu hijo, su falta de motivación y el bajo rendimiento en los estudios? En este libro encontrarás las claves para que cambe de hábitos y actitud, y que consiga, no solo mejores resultados académicos, sino que aprenda a estudiar con autonomía, ilusión y entusiasmo.»
¿Tienes un hijo a quien se le resisten los libros? Yo sí, y me creí esta sinopsis al pie de la letra.
Suelo apuntar la fecha en la que compro los libros y en este ni siquiera aparece. Eso es porque no tenía tiempo que perder en poner numeritos a una página en blanco. Tenía un hijo con TDAH que me estaba costando Dios y ayuda sacar adelante. Y nada de ir solita. He sido alumna aventajada y he acudido siempre a profesionales que sabían muchísimo más que yo.
Pero un hijo es un hijo, y una o dos horas de terapia a la semana no son suficientes.
Fui incapaz de poner en práctica este manual. Mi hijo no solo no está en Harvard, sino que sigue viviendo en casa y dándole vueltas a cuál es su camino. Y los años siguen pasando y en breve tendré que descatalogarlo como aborrescente y él seguirá sin estudiar en Harvard y yo no me he tumbado en una hamaca desde que esta criatura vino al mundo.
Valoración: Fiasco total.
Por cierto, si alguien lo quiere, lo vendo barato.
Este libro de autoayuda está en circulación desde 1985. Le han llovido muchas décadas y ha pasado por dos siglos. Como yo. Tal vez por tanto parecido entre ambos es el único manual que realmente me ha servido de algo.
Porque yo fumaba. Desde los 14 años hasta que lo dejé. He olvidado en qué año. Y eso es una magnífica señal.
Después de dos intentos fallidos, uno provocado por el embarazo del aborrescente #1 y el otro a solas en una sala a oscuras con un señor que me pasaba luces de colores por el cuerpo, a la tercera fue la vencida.
Este manual, tan repetitivo como un niño que no se cansa de pedir lo que quiere hasta que lo consigue, durmió unos años en mi estantería sin que me dignara a terminarlo.
La causa fue un malentendido entre el autor y una servidora, que creyó entender que al terminar el capítulo 6 debería dejar de fumar. Así que abandoné su lectura en el capítulo 5. Nadie me podía echar en cara que hubiera fracasado, porque ni siquiera lo había llegado a intentar.
Cuando volví a retomar su lectura, desde el principio de nuevo, finalicé el libro y esa misma noche me fumé mi último cigarrillo consciente de que lo sería.
Desde aquel día ni uno más. Es eficaz sin tener ninguna fórmula mágica más allá de poner en un papel todo lo que un fumador que quiere dejar ese mal hábito no sepa ya.
Valoración: Éxito total.
Por cierto, se lo presté a alguien y no ha vuelto a casa. No es que yo lo necesite, pero mis cachorros fuman y quería dejarlo a modo de indirecta en su baño.
La sinopsis reza así: «En este nuevo y revolucionario libro, el psicólogo Bernabé Tierno se adentra en las posibilidades y beneficios ocultos que esconde nuestro cerebro para asegurarnos: “¡Sí, tú puedes ser feliz!”.
A vueltas con la felicidad… Tenemos que redefinir nuestro concepto de éxito y felicidad. Creo firmemente que nos miramos en espejos cóncavos que deforman nuestra imagen vital y nos obligan a bucear en profundidades inhóspitas cuando la vida está justo delante de nosotros.
El autor intenta ayudar a un lector en un mal momento (supongo, porque a mí me lo regalaron en uno de mis baches depresivos) para que, con ayuda de meditación y pensamientos positivos, haga trabajar al cerebro en el sentido correcto y no en inventar historias de miedo que solo se proyectan en el cine de tu mente.
Siento decirlo, pero a mí estas cosas me parecen simple y llanamente SENTIDO COMÚN, que como reza el dicho, es el menos común de los sentidos.
Déjame que te copie un párrafo del libro para que valores por ti misma: «Si eres gratitud, si eres esperanza, si aceptas tu realidad sea cual sea y la trasciendes, no dejarás lugar al derrotismo y a la desesperanza y bloquearás todos tus pensamientos, sentimientos y actitudes negativas hasta que se debiliten tanto que lleguen a extinguirse.» Y ahora, ve a contárselo a un autónomo y que lo ponga en práctica.
Soy de la opinión de que hay personas que hablan como si se hubieran tragado un manual, sin ponerle nada de alma a lo evidente. Lamentablemente, este libro es uno de ellos.
Valoración: Hemos venido a habar de la vida en sentido figurado y me he comido el pensamiento positivo.
Llenar nuestra biblioteca personal de libros que nos explican cómo cambiar nuestras vidas a mejor no sirven de nada si no trabajamos en ello.
No basta comprarse un libro para dejar de fumar, tienes que desearlo con todas tus fuerzas. Si quieres cambiar tu mente, debes empezar por analizar qué es lo que quieres cambiar y tal vez, mejor que un libro, busca un buen profesional.
He conocido personas que se sentían tranquilas por el mero hecho de ver el lomo de un libro concreto reposando en su mesilla de noche.
Yo no soy de esas, y sin embargo, me ha sorprendido este fin de semana la cantidad de manuales de autoayuda que poblaban mi hogar. Y hablo en pasado porque los he descubierto haciendo limpieza en una de las estancias de casa y van a pasar a otras manos que los valoren mejor que yo.
Tal vez alguien pueda sacarles el jugo que yo no pude.
Me gustaría saber cuáles son los libros de autoayuda que has leído y si te han servido realmente de ayuda o te parecían obra de charlatanes.