Se trata, en mi humilde opinión, de una fábrica de crear estúpidos que consiste en pasar el día colgando mensajes tipo Mr. Wonderful en los que resulta difícil creer.
En tiempos de crisis tan profundas como la que está viviendo el conjunto de la humanidad con esta maldita pandemia, encontrarse con determinadas sentencias me obliga a cagarme en sus muelas. Así soy yo. Un alma cándida de humor angelical.
Me declaro enemiga número uno de la tontería del TODO VA A SALIR BIEN.
¿Alguien puede decirme qué es lo que ha salido bien en los últimos meses? ¿El flan que te está preparando tu madre? ¿Los millones de bizcochos que se hicieron en los miles de hogares confinados y encerrados?Porque se nos llenaron las bocas y los balcones con eslóganes tan positivos como ese y no he visto que saliera nada bien. No me hagas mandarte a leer mi excelso resumen del año pasado porque hay cosas que es mejor dejar pasar.
El puñetero virus ha llenado nuestras cuentas de correo de cientos de comunicados de eminencias que prometen cambiar tu vida. Disculpe, una aclaración, ¿el cambio es a mejor o a peor? Porque para ir para atrás, mejor me quedo como estoy.
Yo no sé tú, pero a mí los algoritmos y las cookies de la red de redes me han saltado al cuello con multitud de tipos que me miran a los ojos y me dicen: YO PUEDO CAMBIAR TU VIDA. Claro que puedes, pero no porque yo haga un curso con nombre de máster del universo, pero sin ninguna certificación oficial y a 5 000 del ala.
Porque coinciden todos en ponerles el mismo valor; ¿no es curioso que ser libre y millonario tenga un mismo precio?
Todos ellos te aseguran que puedes ganar miles de euros trabajando desde una playa en Bali y solo haciendo ese cursito en el que, altruistamente, comparten toda su sabiduría contigo.
Llámame loca, pero no creo en el altruismo a gran escala. La bondad humana está valorada porque hay escasez. Cuando algo abunda, no tiene valor.
Otra de las frases de gurú de pensamiento positivo es: con actitud positiva puedes conseguir todo lo que te propongas.
Mentira.
Yo llevo teniendo una actitud positiva cada semana desde hace quince años con respecto a la Lotería Primitiva y por mucho que me haya propuesto ganar un pellizco para retirarme del todo, no he conseguido jamás un premio mayor que el reintegro.
Pues que luego llega la frustración, y esa sí que es difícil de manejar. Coincido con que hay que ser positivo, yo lo soy como la que más, pero con tintes de realidad, por favor.
No puedo tener pensamiento positivo y pensar que voy a adelgazar sin esfuerzo, porque es imposible. Por razones científicas: edad, exceso de ingesta de alimentos calóricos y falta absoluta de ejercicio, déficit hormonal y una glándula tiroides en huelga desde que el mundo es mundo.
El otro día, en una despavorida huída del último maestro queriendo venderme sabiduría, descubrí a Odín Dupeyron, un escritor, actor y director mejicano que está tan harto como yo del mundo de luz y de color que tratan de hacernos tragar sin ese poco de azúcar que le echaba Mary Poppins.
Este divertido señor ha llegado a la conclusión de que lo que tenemos es un E.P.M.P. O lo que es lo mismo Exceso de Pensamiento Mágico Pendejo. Es lo que tiene ser mejicano, que te salen los pendejos por las orejas.
¡Qué fácil y qué difícil a la vez!
Yo quiero ser una escritora famosa, tal y como reza una de las secciones de mi blog, pero a lo mejor no puedo serlo. Porque para determinados logros no basta con sentir pasión hacia lo que sea y morir de ganas por llegar a hacerlo bien. Si no tienes el talento… date por fucked.
Lo que sí elijo como persona es o bien perseguir mi sueño maldiciendo mi mala suerte cada día o, por el contrario, tomármelo con humor mientras trabajo en ello cada día.
Las frases lapidarias y súper optimistas que nos regalan Mr. Wonderful y sus secuaces con toneladas de amor y positivismo me recuerdan a las que adornaban mis carpetas de adolescente. Esas que sonaban maravillosamente bien y no tenían ningún significado. Son las mismas que mis aborrescentes ponían en sus primeros pasos en las redes para hacerse los interesantes. Porque existen desde que el mundo es mundo.
Luego está el antihéroe de la corriente unicornio. Se llama Mr. Puterful y suelta lindezas del tipo «eres más aburrido que cagar sin el móvil».
Sabiduría popular en vena.
No quiero decir que tengamos que ser una panda de malencarados y descreídos, pero tengo la sensación de que hay seres que se aprovechan de la humana necesidad de creer que todos los problemas tienen su solución.
Son esos falsos gurús, que sin título y con ingentes dosis de desfachatez, se cuelan en tu casa a través de las pantallas y te engatusan para comprar sus productos, cursos y masterclasses los que me enervan. Charlatanes que aseguran tener pruebas de que su secreto, ese que solo compartirán contigo y con otros cien mil incautos como tú, te conducirá directo a la felicidad más absoluta y al éxito económico y empresarial.
Mi pensamiento positivo es levantarme cada mañana y tratar de reírme un poco.
Convencerme a mí misma que la aborrescencia de mis hijos se curará con los años.
Mirarme al espejo y pensar que no estoy tan mal como me digo.
Levantarme de un sillón sin decir un ay.
¡Eso sí que es tener más moral que el alcoyano!
Porque ya he probado todo lo anterior y mi vida sigue siendo la misma, porque si lo que tratan de vendernos fuera fácil, no estaría al alcance de casi nadie.
Solo espero que no me taches de gruñona, es mi deseo positivo de este artículo del blog.
Y tú ¿eres de Mr. Wonderful o de Mr. Puterful?